Mientras el Gobierno nacional apuesta a minimizar el impacto de la huelga, el paro de 36 horas impulsado por la CGT paraliza escuelas, hospitales, bancos y oficinas públicas, con fuerte adhesión en la provincia de Buenos Aires y transporte limitado en todo el país.
Con fuerte impacto en el territorio bonaerense, la medida de fuerza nacional convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT) comienza este miércoles al mediodía y se extenderá por 36 horas. Aunque el gremio de colectiveros (UTA) decidió no sumarse, sectores claves como los trenes, hospitales, escuelas y la administración pública verán afectadas sus actividades.
El epicentro de la movilización será el Congreso Nacional, donde se espera una importante convocatoria sindical a partir de las 15, en coincidencia con la tradicional marcha de jubilados. La jornada continuará con la suspensión de actividades durante el jueves.
En la provincia de Buenos Aires, la situación es especialmente sensible. El sistema educativo estará prácticamente inactivo: tanto los gremios docentes nacionales como los bonaerenses (Suteba, FEB, Udocba y Sadop) adhieren a la medida. Además, la participación de auxiliares y porteros –afiliados a ATE y otros gremios estatales– complicará aún más la posibilidad de clases.
En cuanto al área de salud, profesionales agrupados en CICOP confirmaron que solo se garantizarán guardias mínimas en hospitales y centros de salud. Las consultas programadas y controles quedarán postergados.
Los organismos públicos provinciales también funcionarán con atención reducida. UPCN y ATE acompañan la medida, por lo que se espera baja concurrencia en ministerios, municipios y oficinas descentralizadas. Desde la administración bonaerense no se anticipan descuentos para quienes no puedan asistir por falta de transporte.
En lo que respecta a los servicios financieros, la Asociación Bancaria también se sumó a la protesta. Las sucursales bancarias permanecerán cerradas y solo estarán operativas las plataformas digitales.
El transporte será parcial: aunque UTA no adhiere, el funcionamiento de los trenes –clave en el AMBA– estará limitado por la participación de los gremios ferroviarios. A esto se suma la adhesión de metrodelegados del subte porteño y del gremio de taxistas, mientras que el transporte aéreo se verá seriamente afectado por la decisión de los gremios aeronáuticos.
“La movilización va a ser fuerte, no tengo dudas”, adelantó Héctor Daer, uno de los referentes de la CGT. Además, la central obrera ya anticipó que continuará con su plan de lucha con una nueva movilización el 1° de mayo, Día del Trabajador.
Mientras tanto, el Gobierno nacional apuesta a que la medida pierda fuerza por la circulación de colectivos y por el desgaste sindical, aunque en el conurbano bonaerense y las principales ciudades de la provincia se espera un impacto contundente.